El libro recopila el resultado de años de experiencia en investigación de los tres autores, quienes logran entretejer dos áreas del saber que se han concebido como extrañas y ajenas entre sí. El trabajo no se realizó desde una pura elaboración intelectual, sino empleando la experiencia cotidiana como referente. Tampoco incluye el lenguaje exacto y objetivo con el que suelen asociarse las matemáticas ni tampoco el afán puramente analítico que muchas veces prevalece en la literatura como forma de explicarla. Por el contrario, los autores seleccionan la dimensión lúdica que puede encontrarse en ambas disciplinas y que no es lineal sino que está llena de movimiento y sinuosidades, convertida en laberinto.

El documento consiste en una propuesta didáctica que se caracteriza por partir de elementos del entorno para ir posicionando al lector o a los estudiantes en un mundo en el que los conocimientos se integran en vez de disociarse. El texto contribuye a la formación de lengua, literatura y matemática y está diseñado principalmente para estudiantes de cuarto y quinto año de educación secundaria, aunque puede ser utilizado más allá de tal contexto.

El libro se describe como un parque de juegos que invita al goce de la matemática y la lógica a través del desafío. El hilo conductor es un hilo que teje cuentos, conceptos matemáticos, figuras curiosas que retan la imaginación, papiroflexias orientales y la observación de los rastros contables que dejan las hormigas.